Circuito de Mónaco o Montecarlo
- Redactado por Pablo Ibáñez
- Mar 17, 2015
- 7 min read
«Hasta un chimpancé amaestrado podría correr bien en Paul Ricard, pero para ganar en Mónaco hay que ser muy buen piloto.»
- Alain Prost, cuatro veces campeón de la F1 -

Historia:
Uno de los Grandes Premios por exceléncia de la Fórmula 1. Desde sus inicios, el circuito de Montecarlo ha sido un claro espejo que refleja todo lo que compone la Fórmula 1: historia, tradición, dinero, glamour, pasión. Su peculiaridad se basa en que es un circuito netamente urbano, sobre las calles del lujoso Principado de Mónaco.
Es, junto a otros GP como Monza o Spa, una de las carrera más prestigiosas del año. Una de sus características es que aquí los Jueves es cuando se realizan los entrenamientos libres, quedando el Viernes para el descanso.
El circuito fue inaugurado en 1929, aunque como ya sabemos, la Fórmula 1 nació en el año 1950. El 21 de Mayo de 1950 se corrió la primera carrera de la categoría reina en este circuito. El circuito tenía 3’180 kilómetros de longitud. Esta primera carrera la ganó una leyenda, Juan Manuel Fangio, con su Alfa Romeo y tras la ausencia en el calendario de 1951,1953 y 1954, el Gran Premio no ha faltado a ninguna de las temporadas de Fórmula 1 que se han disputado desde entonces.
Este circuito se caracterizaba por ser uno de los más accidentados y mortales, a pesar de que hoy es mucho más seguro que cuando se debutó en el '50. Algunos de los accidentes más famosos fueron por ejemplo el de Alberto Ascari, que en 1955 se salió de la pista y cayó junto a su monoplaza al mar. Ascari quedó intacto y los comisarios lograron rescatarle a él y a su coche. Años después, en 1967, Lorenzo Bandini falleció entre las llamas de su Ferrari. El piloto italiano había chocado contra las balas de paja en la chicane del puerto, las cuáles impedían a los coches caer al mar. Esas pajas se incendiaron y Bandini quedó atrapado en su monoplaza. Cuando los comisarios llegaron a apagar el fuego y socorrer al piloto ya era demasiado tarde.
Ayrton Senna tiene el récord de mayor número de victorias en Mónaco, con seis. Schumacher, hasta su retirada, le seguía de cerca con cinco victorias, como Graham Hill y una más que Alain Prost. Las cinco victorias de Graham Hill le hicieron ganarse el apodo de “Rey de Mónaco”. Estos datos demuestran Mónaco siempre ha sido un circuito que ha premiado el mejor estilo de conducción.
Características del Circuito:

El Circuito de Mónaco o Montecarlo tiene 19 curvas contando las chicanes. Es un circuito muy lento que sólo consta de dos curvas rápidas. El circuito tiene 3'340 kilómetros de longitud. Además es el trazado en el que más vueltas se dan, un total de 78 en las que los pilotos completan 260'52 kilómetros. El consumo de combustible por vuelta es de 1,6 Kg aproximadamente.
La parada en Mónaco desde que el coche atraviesa la línea blanca continua de entrada al pit-lane hasta que sale del mismo dura 20 segundos además del tiempo que se emplee en realizar el cambio de neumáticos. Son dieciséis segundos más o menos.
El trazado monegasco es el circuito más lento del campeonato, por encima de Hungaroring, que es el segundo más lento. Tiene de velocidad media en una vuelta 155 km/h.
El 45% de la vuelta se acelera a fondo, lo que supone un porcentaje muy bajo. El periodo máximo en el que el acelerador se mantiene a fondo es de 510 metros, con una duración de unos 9 segundos.
Los frenos se desgastan con facilidad en Mónaco debido a las numerosas frenadas y aunque se monten los neumáticos blandos, el desgaste de los mismos es medio. Los frenos se utilizan a tope el 12% de la vuelta.
El hecho de que las calles suelan estar bacheadas y de que además haya señales de tráfico pintadas en el asfalto dificultan el agarre en este circuito. Además la caja de cambios sufre más que en otros circuitos. Se realizan casi 55 cambios de marcha en una vuelta y más de 4200 en toda la carrera.
Al llegar a Mónaco los equipos tienen que realizar una configuración especial para este circuito. Las bajas velocidades y la lentitud de sus curvas conllevan que los equipos descuiden la velocidad de sus monoplazas y se centren en conseguir una alta carga aerodinámica. Una alta carga aerodinámica nos ayudará a equilibrar el coche entre tanto frenado y aceleración. Para ello hay que conseguir que las piezas del automóvil generen mucho agarre. Los principales cambios se darán en los alerones trasero y delantero.
Hay que configurar correctamente la dirección ya que Mónaco tiene dos curvas muy cerradas (la del Gran Hotel y la Rascasse) en las que la dirección es muy importante.
Además la suspensión es otro elemento a revisar. En Montecarlo las suspensiones de los equipos son más blandas para soportar bien los baches del asfalto y las curvas tan lentas. Los equipos suelen subir unos seis centímetros la altura del coche en este circuito.
Puntos de Adelantamiento:
El principal punto para adelantar es la zona de boxes. En un circuito tan lento y con curvas tan cerradas el momento de las paradas para se antoja como única opción para adelantar. El hecho de que no se pueda adelantar produce la pescadilla que se muerde la cola: los equipos condicionarán su carga de combustible para quedar lo mejor posible en la clasificación y salir mejor situados, pero sin descuidar la estrategia de parada ya que lo obtenido en la Pole se puede perder en carrera al entrar al pit-stop.
Quizás un posible punto para adelantar sea antes de la Nouvelle Chicane. Al salir del túnel los monoplazas alcanzan las velocidades más altas de todo el circuito; una buena aceleración y apurar más la frenada puede permitir situarse paralelamente al otro piloto y 'obligarle' a levantar el pie para no colisionarse al trazar la chicane.
Una vuelta al Circuito:
La vuelta lanzada en el circuito de Mónaco comienza con la recta de meta, que en realidad está suavemente curvada, y en la cual se alcanzan los 270 km/h en sexta marcha. Se reduce hasta segunda marcha y el coche se pone a 90 km/h antes de trazar Sainte Devote. Este es el verdadero punto negro del circuito. La curva, muy estrecha, sólo permite pasar a un coche, de modo que en la salida se producen muchos accidentes de coches que llegan paralelos y sólo uno puede pasar. Un adelantamiento en carrera en Sainte Devote equivaldría a un gol por la escuadra. Pero como suelen producirse más accidentes que adelantamientos, esta curva cuenta con una escapatoria en la que suelen acabar muchos coches (incluso empotrados contra el muro que delimita la pequeña escapatoria).
Tras superar Sainte Devote los coches se dirigen hacia la subida al Casino. Al salir de Sainte Devote los coches superan los 110 km/h. Duante la subida se pasa la zona de Montee du Beau y la curva Massenet. En esta amplia subida se superan los 270 km/h en sexta pisando a fondo antes de llegar al Casino. Mientras se pasa Massenet, una curva de escasa visión y muy rápida, el coche tiene que ir frenando (Sobre todo al final de la curva) para preparase a trazar la curva del Casino. La curva Massenet se pasa en tercera a unos 150 km/h y es una curva larga a izquierdas, seguida de la curva del Casino a derechas.
La curva del Casino, que recibe su nombre por el Casino que se encuentra en ese lugar, es una curva lenta que se traza a 120 km/h en segunda y los pilotos sufren 2,2 G de fuerza lateral. Se trata de una curva a derechas. Tras pasar la curva el coche pasa la recta hacia Mirabeau (Haute). En dicha recta se alcanzan más de 200 km/h en cuarta marcha y se sitúa el primer punto intermedio. Mirabeau es una curva muy cerrada, muy lenta, a derechas y en bajada. Se traza en segunda marcha a unos 70 km/h.
Después de pasar Mirabeau (Haute) nos dirigimos hacia el Gran Hotel. Esta curva antes era llamada Loews, y es sin duda el punto estrella del circuito. Es la zona más bonita y emocionante del Gran Premio y es una de las más famosas del calendario. Los pilotos sufren en ella 2,2 G. Es la curva más lenta del circuito y del mundial, de un ángulo de casi 360º. Se reduce hasta primera y a unos 45 km/h se pasa la horquilla a izquierdas.
Dejamos Loews (el Gran Hotel) y se acelera hasta segunda marcha para trazar Mirebeau (Bas), a derechas, a 75 km/h. Tras Mirabeau (Bas) llega Portier, una curva a derechas en la que el coche va lento y en bajada y que conduce al túnel. En el túnel los pilotos sufren 2,6 G de fuerza lateral. Se acelera a fondo y al salir se alcanzan los 290 km/h, la máxima velocidad del circuito. La dificultad radica en el cambio de luz tan brusco que hay del túnel al salir. Tras salir del túnel y antes de la Nouvelle se encuentra el segundo punto intermedio.
La Chicane Nouvelle son dos chicanes juntas. Permiten que si un piloto se pasa de frenada tras salir del túnel su coche no tenga daños. La primera chicane es a izquierda-derecha y la segunda derecha-izquierda. Son muy cerradas las cuatro curvas de las dos chicanes y se trazan la primera a menos de 80 km/h y la segunda a 60 km/h. Ambas en primera velocidad.
Después de la Chicane Nouvelle llega una recta en la que el coche alcanza los 225 km/h en cuarta velocidad hasta llegar a la pequeña curva de Tabac. Tabac se traza en tercera a más de 140 km/h y tras ella está la recta anterior a Louis Chiron. Esta especie de chicane se pasa en cuarta a 185 km/h. Tras Louis Chiron llega la curva de la Piscine, que es otra especie de chicane esta vez a derecha-izquierda. La Piscine se traza a 80 km/h en segunda marcha.
Tras una pequeña recta llegamos a La Rascasse, otra famosa curva. Antes de llegar los coches alcanzan los 180 km/h en tercera. Se reduce para trazar La Rascasse hasta 50 km/h en segunda. La Rascasse es una curva cerrada y conlleva mucha dificultad. En esta curva la fuerza lateral es de 1,5 G.
Se acelera lo poco que se puede hasta la Anthony Noghes, una curva lenta a derechas que nos dirigirá hacia la línea de meta. Esta curva se hace en segunda y los pilotos intentan salir de ella muy rápido para pisar a fondo el acelerador y encarar con velocidad la línea de meta. En la línea de meta, como siempre, se encuentra el tercer y último punto intermedio.
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